22.5.04

Peatón, y a mucha honra
Quiero dejarlo bien claro de una puñetera vez. El que me haya sacado el carnet de conducir (por cierto, cibercompis, me saqué el carnet de conducir) no me obliga a comprarme un coche, ni os da derecho a vosotros a que me preguntéis constantemente que para cuándo el coche.
Puedo daros mil excusas, pero la verdad es que, de momento, no tengo el mayor interés en mantener un coche (algo que algunos asimilan a tener un hijo tonto) cuando voy genial en transporte público. Ni siquiera tengo que esperar al bus para ir al curro. Puede que ganara, como mucho, 40 minutos al día, pero más tiempo se pierde viendo 'los Serrano'.
Mira, paso de atascos, de no encontrar sitio para aparcar, de hacer de chófer, de no poder ponerme pedo si conduzco, de preocuparme por el precio de la gasolina, de jugarme la vida en un cruce, de saber cuatro cosas de mecánica, de pelearme con el seguro, de llamar a un coche "Seat Ibiza" o "Peugeot 206" en lugar de "coche", y de encabezar una cruzada en Internet contra el chapuzas de turno como este pobre tipo.
Y entonces es cuando un amigo me dice "sí, y tu dile a tu novia que os váis a Gandía en Auto Res, a ver que cara te pone". Y ya se me cae el alma al suelo.

17.5.04

Mmm... eh... ¿Sexo, Drogas y Rock & Roll?
Odio los weblogs en los que la gente habla de lo bien que se lo ha pasado con los colegas en tal o cual sitio (viajes, fiestas, festivales, orgías en grupo...), retresgando su felicidad a los pobres perdedores que les leen. Si, además de ser feliz, el/la weblogger en cuestión va de guay y no tiene chispa, el sarpullido ya es automático.
Sin embargo, hoy no voy a predicar con el ejemplo, porque quiero postear algunas fotos de San Isidro. Estuve en lo de Universimad (nombre pretencioso y ridículo, por mucho que lo organicen los de Festimad). Fueron como catorce horas de buena música, botellón autorizado y drogas blandas en el paraninfo de la UCM. Creo que no eran ni las 6 de la tarde y ya había perdido la cuenta de los minis que llevaba en el cuerpo y un jersey. Bueno, y había cada gruncha por ahí... buf!.



Foto izquierda: La Mala (sin "Rodríguez", que no es comercial), J Mayúscula, Ari y Frank T. El peor concierto de todos, cuatro canciones mal cantadas y gracias. La Mala está muy buena, pero traía una cara de asco (o de resaca) que pa qué. Se nota que era gratis.

Centrales: Las B-Violet, un grupo de tias cabreadas de Barcelona con más mala leche que Deviot. Las conocí en No soy superwoman, uno de los weblogs en castellano más visitados de Internet. Por lo visto, aquí en Madrid no se las conoce tanto, porque estábamos cuatro gatos. Quizás aprovechando el anonimato, se mezclaron entre la chusma a escasos metros de donde estábamos nosotros. Me hice esta foto con ellas y, en mis delirios etílicos, les hablé de la web esa convencido de que la conocían. Debieron pensar que era gilipollas.

Derecha: Sôber (ahora recuerdo que yo gritaba "Dover") y depués Macaco eran los platos fuertes. Estos últimos estuvieron un huevo de tiempo y tocaron todas las buenas, aunque ninguno de los dos son santo de mi devoción.
Aquello estaba hasta los topes. Se coló muchísima gente por la alambrada (un colega nuestro, sin ir más lejos). También tiene cojones, colarse en un festival que es gratis. Yo que sé, es como esas historias de paletas y calzonazos que cuenta el Pepo.
Hay bastante más fotos que no voy a poner para no encotrármelas cualquier día en alguna página tipo borrachodemierda.com, o para no herir sensibilidades, directamente.

5.5.04

No aguanto más
Tengo algo en las tripas que me va devorando poco a poco. A veces me inunda, me llega hasta la garganta; es frío y húmedo, y amargo como la hiel.
La ciudad se extiende por todas partes. Me asfixia. Llevo más de cuatro años encerrado y no agunto más. Son mis primeras vacaciones y tengo que salir de aquí, pronto.
Me voy, me voy, me voy... como en los viejos tiempos, antes de las prácticas, de la calvicie y la ley antibotellón. Casi a la aventura.
Me he liado la manta a la cabeza y he cogido lo que me han dado. Rumbo a Alemania, donde nada se me ha perdido. Curraré en algo, como nuestros ancestros. No sé alemán, ni sé donde viviré, ni en que trabajaré, pero el pánico de quedarme otro verano aquí es aún más fuerte que el miedo a lo desconocido. Igual posteo algo desde allí si no se me comen los lobos.