11.7.04

Y yo caí...
Sí, yo tambien soy una fashion victim a mi manera. Resulta cuando menos curisos que, llevando vaqueros todo el año, a los tíos les (nos) da por enseñar las garras de los pies dentro de sandalias unisex, lucir camisetas de tirantes o esas camisas blancas a lo Ghandi, y enfundarnos pantaloncillos ridículos de hacer yoga a la altura de las pantorrillas según llega el verano. El conjunto se complementa con el típico bolsito o mariconera, pulseras en los tobillos, collares de bolas y el 'pelao' del recluta; todo muy 'cañamo', muy 'Café del Mar' y muy 'barrio de Chueca'. Lo que hace dos años era tendencia fue ganando adeptos, hibernaba durante el otoño- invierno, y ahora ya es casi uniforme.

Yo

La foto y el titular del post anticipan la tragedia: harto de ver "lo fresquito" que iba todo el mundo por la calle mientras yo me cocía dentro de mis zapatillas y los pantalones se pegaban a mi piel, decidí unirme a la secta. Eso sí, paso de que me tomen el pelo en el ZARA y me he pasado por un bazar de Cuatro Caminos donde me he comprado unos desmontables de telilla, otros cortos estilo 'Piratas del Caribe' y las sandalias de legítima piel de rata (foto). Todo por menos de 30 euros. Ni la vida Alcampo, vamos. Los chinos son la hostia, en cuanto ven que algo se lleva, lo copian y lo venden un 50% más barato que el original.
De vuelta a casa, satisfecho con el alegre cascabeleo de las bolsas y el olor de la ropa recíén comprada, mi hermano me ha hecho entrar en razón: "Ese no es tu estilo", me dice. Me da a mí esto se va a quedar de "fondo de armario" hasta que reúna valor suficiente para cortar las etiquetas.

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