El 'Síndrome de Realidad Alternativa' cumple dos años y la cosa no ha ido a mejor. Ya va siendo hora de que rompa el mito: digan lo que digan, los webloggers no follan.
En todo este tiempo he visto casi de todo. He visto más amaneceres que atardeceres, he visto dioses echar el cerrojo, he visto cruzadas más o menos sonrojantes a favor del partido de turno, he visto nacer weblogs, les he visto subir como la espuma a costa de un esfuerzo gratuito del que nunca haré gala en esta web. También he observado (dejemos de plagiar el guión de Blade Runner) hace poco que ciertos bloggers tratan de hacer un refrito de sus mejores post. Algunos, incluso, solicitan de la participación internauta para que les voten las mejores perlas. Hace falta ser presuntuoso para querer que alguien recopile esas cagaditas que has creado en estado de gracia, cuando no de resaca, como si fueran las obras escogidas de Lorca. Si es necesario, yo ya sé cuales son los mejores de esta web. Casi todos de la primera temporada, cuando yo era joven e inexperto y mi vida social era más intensa.
Confieso, ante el todopoderoso Google y ante vosotros hermanos, que he bajado el listón, que me he vuelto perezoso, que me he reído de aquellos que se tomaban esto demasiado en serio. Sin embargo, sí debo decir que nunca he puesto nada, ni una sola palabra, con lo que no me encontrase a gusto. Nunca he tratado de adular a nadie, nunca he puesto nada por compromiso, ni nada que no sintiera. Siempre, desde antes de conocer Internet, he querido tener esto, y creo que nunca voy a dejarlo. Y espero que vosotros tampoco.
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