7.1.05

Los reyes son los padres

Ahora que sólo importa bajar el turrón y subir la cuesta de enero (qué cercano soy, ¿verdad?) te das cuenta de que la única navidad que vale es aquella que fue, cuando todo tenía sentido. Todos los polvos en servicios de discotecas, resacas, cestas con jamón y cenas de empresa, Papa Noel, besos bajo el muérdago y demás chorradas yankis no son ni la sombra de la auténtica MAGIA, vivida antes de que un primo hijoputa nos revelara la triste realidad.
Yo no sé como se hará en el resto de las casas, pero en la mía los regalos siguen apareciendo por los rincones el Día de Reyes. Mi madre, que es la más madrugadora, nos despierta con eso de que han venido SSMM de Oriente. Y yo finjo que me ilusiono como entonces. Luego ella se va a hacer el chocolate un momento y yo saco la bolsa de debajo de la cama y la llevo al salón para hacer lo propio. Mi hermano casi no, porque ahora no tiene curro y porque es un capullo. Todo es bastante extraño, por no decir patético.
Lo que no puede ser es lo que ha pasado este año. Nos hemos regalado casi lo que hemos pedido, quizás alguna cosa menos, y dinero para compar lo que falta. Para eso, que cada uno se deje de pamplinas y se vaya a gastar la extra como mejor le parezca. Total, con mentir luego en la oficina asunto arreglado.
Realmente, yo creo que es un poco más cosa de ellas. Yo es lo que oigo, que luego lo vais comentando todo en el metro, la facultad y el curro. A casi todas os encanta ir de tiendas, y más si es a comprar regalos, cosas especiales para personas especiales. Madres y amigas más que nada, porque a ellos les regaláis un Código DaVinci o el pack de Kill Bill y quedáis como reinas.



No hay comentarios: